Desde la entrada a la capital de Hidalgo, montañas y el cielo azul reciben al visitante, asimismo dinosaurios inmóviles.
Centros comerciales modernos al igual que monumentos sustituyen a las palabras amables. Mientras más cerca está el corazón de la ciudad, el viento sopla con fuerza. Una vez en la plaza de la Independencia, Pachuca se inclina en actitud reverencial para dar formalmente la bienvenida, a través de su reloj, el cual sobresale en estilo y altura, siendo el monumento más sorprendente para los visitantes.
“Pachoa, Pachoacan, Patlachiuacan, son los nombres que le dieron a esta zona los primeros pobladores, cayendo en el degenerativo de lo que ahora conocemos como Pachuca, ‘La Bella Airosa’. Cuenta con una gran historia desde la época prehispánica con los primeros asentamientos realizados por familias de origen náhuatl que fundan el lugar conocido como valle de Tlahuelilpa”; agregó el secretario de Desarrollo Económico de Pachuca, Ricardo J. Rivera Barquín.
El centro es uno de los más pequeños, así como peculiares de México; justamente porque su desarrollo está ligado a actividades mineras y a montañas formadas con don artístico. Edificios antiguos, ahora comercios, ahora hoteles, ahora cafeterías, son el sello distintivo, al igual que callejones estrechos donde, como hace siglos, los transportes deben guardar la calma si quieren transitar. Vale la pena mencionar que el asentamiento es designado ciudad en 1813.
María E. Sánchez Roldán, en ‘Valores presentes en el paisaje de la ciudad de Pachuca, Hidalgo, México’; muestra un episodio importante para Hidalgo, basándose en el autor Menes Llaguno: “[…] tras la Independencia del país este territorio fue denominado Estado de México; sin embargo, indica que hacia el año 1865 se dispuso la división territorial que determinó la erección del Estado de Hidalgo, hecho que se concretó el 16 de enero de 1869, siendo el primer gobernador el Lic. Juan Crisóstomo Doria y quedando la ciudad de Pachuca como la capital del Estado”.
Desde la época prehispánica, en el lugar había minas de obsidiana. Otra característica a resaltar es la fusión de dos cultura europeas, la española y la inglesa; la primera visible a través de su historia, aunada a los edificios virreinales; mientras la segunda por sus costumbres o bien, por la arquitectura. Sin embargo, ambas tienen algo en común, la explotación de minas, pues cada una aportó algo interesante, en cuanto a modernidad y métodos refiere este trabajo. Lo anterior otorga a la ciudad, en lenguaje literario, una tiara de realeza, labrada en plata principalmente, con incrustaciones de obsidiana, de ahí que sea semejante a una princesa europea, cuyos tirabuzones son movidos por las corrientes de viento.
“Hay registros de las primeras minas de obsidiana, en el municipio de Epazoyucan y el sitio se conoce como Cerro o Sierra de las Navajas, específicamente la comunidad es Nopalillo. Se cree que los últimos mineros de obsidiana, llegan a ser los primeros mineros en el uso de los metales, en este caso oro y plata; ambos minerales ricos y abundantes, pero siempre el más rentable y con mayor presencia es la plata”; añade Erika Gutiérrez Sánchez, guía en el Museo de Minería de Pachuca y coordinadora de grupos y eventos del Archivo Histórico y Museo de Minería Asociación Civil.
La historia de Pachuca en la época colonial es interesante, pues la minería da un vuelco exitoso al descubrirse un método para la extracción de plata, el cual es aprovechado a lo largo del dominio español, es decir, no sólo en el país, sino en el resto de las colonias o virreinatos españoles. Dicha técnica se conoce como amalgamación o de patio. Por tanto, desde la Nueva España, con personajes como Pedro de Terreros (el conde de Regla), el asentamiento logra sobresalir por la calidad de su metal. Prueba de esto es la Hacienda de Santa María de Regla, ubicada en Huasca de Ocampo, referente de la explotación minera hidalguense.
“La búsqueda de oro y plata por los españoles y la riqueza de los recursos mineros de la Sierra de Pachuca se conjugaron para dar origen a la explotación de los yacimientos de plata y a la conformación de los primeros poblados mineros del área desde su descubrimiento. Pocos años después de haberse iniciado la explotación de las minas, la producción minera se desarrolló muy rápidamente (Mendizábal, 1941), a lo que contribuyó el enorme impulso proporcionado por la difusión del método de beneficio de patio, descubierto por Bartolomé de Medina en la Hacienda de La Purísima, en Pachuca, en 1555”; comentan Elvira E. Saavedra y María T. Sánchez, en ‘Minería y espacio en el distrito minero Pachuca-Real del Monte en el siglo XIX’.
No menos importante es la cultura inglesa, pues contribuyó ampliamente con la arquitectura y el desarrollo metalúrgico de Pachuca, al grado de que en el siglo XIX, ya se hablaba de maquinaria moderna para extraer minerales de las entrañas de la tierra. Pero los angloparlantes no tuvieron facilidad para hallar aquello que venían persiguiendo desde Europa, pues las minas estaban en estado lamentable. Es en 1849 cuando éstas son vendidas a empresarios mexicanos.
Jorge García, guía turístico y cronista del municipio de Epazoyucan , señala lo siguiente: “Los primeros ingleses son los que compraron, pero más que comprar, tuvieron una concesión, por parte de don Pedro José María Ramón Manuel Romero de Terreros Trebuse y Dávalos (tercer conde de Regla, conde de San Bartolomé de Xala y Marqués de Villahermosa y la Fuente). Él se encargó, a través de un italiano, llamado José Rodrigo de Castelazo, de enviar a Europa una serie de comunicados, exponiendo la bonanza de las minas de Real del Monte y Pachuca. En este caso los cornish (los ingleses) son los interesados y forman la ‘Compañía de Aventureros Ingleses’, para la Explotación de minas de Real del Monte y Pachuca, allá por 1823. Llegan a Veracruz en la primavera de 1824 y se tardan, aproximadamente, cuatro meses en traer 1500 toneladas de maquinaria, entre ellas nueve maquinas ‘cornish’ de vapor, palas mecánicas, martillos mecánicos, perforadoras, cadenas y una gran cantidad de instrumentos. Al llegar a Mineral del Monte se encuentran con que las minas están abandonadas, incluso inundadas”.
Las dificultades no impidieron que la inmigración inglesa acrecentara, de tal forma que hoy día hay ejemplos que atestiguan la forma en que la ciudad está enlazada con Inglaterra. Tal es el caso incluso en gastronomía, con el famoso ‘paste’, variante mexicana del verdadero ‘cornish pasty’. El original ‘paste mexicano’ lleva carne molida, papa, cebolla, perejil y chile serrano.
“Un dato interesante es que si usted pregunta a la población quién fue el dueño de las minas, siempre le van a decir que los ingleses. No se ubican al resto de administradores. Esto pasa porque, independientemente del periodo inglés, seguían llegando [ingleses] por más de un siglo, además era fácil ubicarlos porque hablaban otro idioma, tenían otras costumbres y por eso es que su legado está no sólo en Pachuca, también en Real del Monte con la gastronomía, el futbol y el panteón inglés, entre otros atractivos“; agrega la señorita, Erika Gutiérrez.
Por otro lado, se conoce que Hidalgo es cuna del fútbol, no obstante, como comenta el guía turístico, Jorge García, Orizaba también se considera el foco de origen de dicho deporte en México: “Ahora, se sabe que los ingleses llegaron a finales del siglo XIX, a la zona de Orizaba, Veracruz. Ahí se instalan muchas personas dedicadas a la producción de textiles y por lo tanto, surgen los primeros juegos de futbol. Puede ser que en Orizaba y alternamente también en los patios de maniobras, de las minas de Mineral del Monte. No hay un antecedente formal que se conozca con documentos, sin embargo Orizaba levanta la mano y dice <<somos la cuna del futbol>>. Mineral del Monte dice <<somos la cuna del futbol, porque aquí se jugó el primer juego entre Pachuca Football Club y Orizaba Football Club>>. Posiblemente haya sido un partido recíproco y por lo tanto con un árbitro, de lo contrario sería un juego totalmente informal”.
El mismo guía habla de dos construcciones importantes de Pachuca, la Iglesia Metodista del Divino Salvador y la Casa Rule, perteneciente a Francisco Rule, quien es inglés y emigra a México. Pronto se convierte en un empresario exitoso y es apodado ‘El rey de la plata’. Edificios como ‘El Reloj Monumental’ fueron financiados por él: “Rule fue precisamente quien construye su casa particular en Pachuca, con una tendencia inminentemente inglesa, tal es así que coloquialmente hasta la fecha se le denomina la ‘Casa Rule’. Los ingleses nos dejan un legado bastante interesante, porque traen tecnología como el vapor; heredan la religión Anglicana, conocido como Metodismo, el cual deriva de la primera. Se estima que en 1840 llega el primer pastor protestante, de nombre Henry Davis, quien ofició los cultos en inglés, en una mina extinta de Real del Monte. Esta propiedad era de la familia Rule y también empieza la proliferación del Metodismo, tal es así que en 1901 ocupan el edificio actual en la esquina de la calle de Allende, a un costado de la parte norte del Reloj Monumental de Pachuca. Entonces, a partir de esa fecha, se crea este precioso edificio, ya un tanto deteriorado por el paso del tiempo y por la falta de mantenimiento, pero con una arquitectura verdaderamente interesante”.
Frente al visitante, justamente en la plaza de la independencia, emerge un monumento de 40 metros, blanco y silencioso, parecido a un atlante y la plataforma sobre la que descansa es semejante al ajedrez. En los cuatro puntos cardinales, más abajo del reloj, yacen cuatro esculturas que, como ángeles inertes, vigilan la torre y recuerdan momentos importantes en la historia de México. Sin hablar, expresan mucho con sus posiciones y con su tendencia grecolatina; las cuatro están realizadas en mármol italiano. Justo encima de ellas está el símbolo patrio del águila con la serpiente. La techumbre, color esmeralda, es de cobre. En el claristorio se interpone una dama sonriente, envuelta en la cabeza de, probablemente, un animal. Su silencio y quietud son las de una ninfa.
“Para mí, como pachuqueña, el reloj es un orgullo, porque tiene una historia que nos representa a través del tiempo. Te muestra cómo se fue construyendo Pachuca, su legado, el crecimiento de la ciudad y las historias que se han desarrollado alrededor de él, por ejemplo de amor, mitos, leyendas y hasta de la vida diaria, porque es el punto de referencia donde muchos se citan. Quien no conoce el reloj, no conoce Pachuca”; agrega Elizabeth Ortiz Ángeles, licenciada en Turismo y actualmente encargada de la mercadotecnia del tranvía turístico Sayjo de Pachuca.
Por fuera las columnas jónicas y corintias, así como los detalles o la cantera blanca, roban la vista de los visitantes. Por dentro no sucede lo contrario, pues del techo cuelga una lámpara dorada con colores rojo y azul; las molduras también captan la atención por su color dorado. Una cosa es cierta, el estilo es semejante al de lugares afrancesados como ‘El palacio postal’ de la Ciudad de México, aunque las paredes del primero están blancas. Además hay un apartado donde se lee la finalidad de que tal construcción exista. Este lugar no sólo ha servido para lo propio, pues en él han subido los ‘hombres mosca’, hasta llegar a la cima.
“La maquinaria viene de Inglaterra, mide 40 metros y materializa todo lo bonito, es decir, la magia, la minería, cómo hemos trascendido con el paso del tiempo, cómo de ser pueblo se convierte en ciudad con vivencias y mucho que contarle a nuestras futuras generaciones. Alrededor de la torre hay grecas, las cuales representan la cultura mexicana. Para mí, el reloj es mi vida, mi lugar favorito. ¿Lo presumo? Sí, lo presumo a donde voy, porque es nuestro símbolo, se levantó durante el Porfiriato para conmemorar el centenario de la Independencia y los materiales con los que se construyó como la cantera blanca le dan ese toque inigualable; es el corazón de la ciudad y a la vez representa nuestro amor por Hidalgo”; expone Elizabeth Ortiz.
El reloj cuenta con cuatro niveles y el mirador, desde el segundo, brinda una perspectiva interesante del centro histórico. Por otro lado, también pueden realizarse recorridos hasta la maquinaria, aunque cabe destacar que es necesario llevar calzado cómodo, por el tipo de escalera que existe para llegar a la misma. Aunado a la Iglesia Metodista, a la Casa Rile y al Reloj, hay más opciones que pueden conocerse si lo que se busca es comprender los orígenes de Pachuca.
“Pueden ir al Museo de minería, a Mina Loreto, a veces te dejan entrar y haces el recorrido, hay barrios fenomenales que transmiten la historia de nosotros como pachuqueños. También está el Macromural, que son casas pintadas, el Cuartel del Arte (como su nombre lo indica, anteriormente era cuartel), la Fototeca Nacional, el ex Convento Franciscano y la Iglesia Metodista que se construyó en menos de un año. Es una excelente opción subir al monumento a Cristo Rey, igualmente el Museo del Rehilete, el Salón de la Fama de Fútbol y el estadio que tiene su propio museo, llamado Mundo Tuzo”; aconseja la guía Elizabeth.
Por otro lado, el secretario de Desarrollo Económico, Ricardo Rivera, agrega una clara descripción de que Pachuca no se limita a la zona céntrica: “La Ciudad se ha posicionado como un lugar con crecimiento económico y turístico, punto obligado para visitar y disfrutar de una estancia en el sitio donde se conjuga el pasado con el presente, disfrutar de sus construcciones de diferentes estilos arquitectónicos como el neoclásico, barroco e inglés entre otros, conocer sus museos, templos, jardines, parques, plazas principales, una reserva ecológica, bosque y dos presas, mismos que hacen vibrar en una mezcla de historia y modernidad”.
Pachuca también se ha impuesto a nivel internacional, pues en el siglo pasado, la Mina Loreto mostró su calidad, tal es así que la inmigración inglesa no paró para el estado de Hidalgo, como comenta la guía del Museo de Minería: “A inicios del siglo XX, en la hacienda de Loreto, se producían lingotes de plata, cuyo peso era de tres kilos, 12.5 kg cada uno. Ésta fue la planta de beneficio más importante, a nivel mundial, en los años 30s […] Finalmente, independiente de toda la actividad minera que se tiene en el país, Hidalgo fue importante por el grado de pureza de la plata, pues va de 99.3 % y alcanzaba hasta 99.7%. La especialidad del estado es minera”.
Aunado a que el secretario de Desarrollo Económico aconseja visitar el Museo Virtual de Pachuca a través de Internet, señala que en el asentamiento existe un abanico de posibilidades para degustar alimentos, desde sitios tradicionales hasta modernos: “Pachuca tiene gran variedad gastronómica, para todos los gustos y para todos los presupuestos, como te comenté al inicio, cuenta con más de 100 restaurantes y 4 mercados en la zona centro donde también se puede comer muy rico. Contamos con restaurantes de mariscos, de cortes selectos, de comida árabe, italiana, española, japonesa, comida de oficio en diferentes puntos de la ciudad; pero también con establecimientos con más de 30 años de tradición, en la calle de Guerrero o en la Plaza Independencia. Entonces, imagínate comer un plato huasteco o un chamorro tres minas (de tres chiles secos), acompañado de un agua de xoconostle y de fondo, la postal del Reloj”.
El día muere en tonos que van del amarillo hasta el naranja, con franjas azules. El reloj, silencioso e inmóvil, contrasta con el cielo para formar un paisaje interesante. El alumbrado se activa automáticamente. El viento regresa para despedir a los visitantes o a los que han terminado sus aventuras por ese día. La ráfaga suave envuelve y transmite amor por aquella ciudad. Al alejarse, el gran reloj disminuye de tamaño, al igual que los cerros y todo el legado español e inglés que convive armoniosamente ahí. Aunque se visite una vez, el lugar tiene historias interesantes que en cada momento se descubrirán, lo cual transmite deseos de volver, porque una cosa es segura, Pachuca es inigualable.
Opciones: Para conocer los principales atractivos turísticos, es posible de la siguiente forma. La primera es el tranvía turístico Sayjo; o bien contratar los servicios de un guía turístico, quienes brindarán información documentada correctamente en fuentes fidedignas; entre las opciones están: la señorita Elizabeth Ortiz (771 131 87 32) y el señor Jorge García (771 123 97 27).
