El Seminario de Cultura Mexicana fue fundado en 1942. El proyecto estuvo inspirado en las propuesta de José Vaconcelos y el Ateneo de la Juventud. Se conforma de una sede en el Distrito Federal y de sesenta corresponsalías en diferentes sitios de la República Mexicana, así como, en otras ciudades como Barcelona, Venecia y Guatemala.
Para la creación del Seminario, inicialmente, se convocó a veinte integrantes, entre ellos artistas, intelectuales, científicos, entre los que se hallaban el poeta Enrique González Martínez, los pintores Frida Kahlo y Ángel Zárraga, el novelista Mariano Azuela, los músicos Julián Carrillo y Manuel M. Ponce, entre otros. Actualmente, lo conforman personajes como el músico y lingüista Carlos Prieto, el filósofo Mauricio Beuchot, la astrónoma Silvia Torres Peimbert, la bióloga Herminia Pasantes, etcétera. Sin duda, uno de los principales sentidos del Seminario de Cultura Mexicana, como lo reflejan sus diversos integrantes, es la interdisciplina.
El Seminario abrió sus puertas a un nuevo horizonte el día 8 de septiembre, en la calle Masaryk de la colonia Polanco, los miembros de este grupo mostraron la fresca mirada de un nuevo semillero de la cultura. La presentación se llevó a cabo en una galería de piso de granito, paredes blancas y grandes ventanales que hacen ver un jardín ataviado con las esculturas del artista mexicano Luis Ortiz Monasterio, colaborador del Monumento a la madre de la Ciudad de México. La inauguración fue presidida por la directora del Seminario, la escritora Silvia Molina, el vicepresidente Felipe Leal y, el miembro titular y prominente arqueólogo, Eduardo Matos Moctezuma. Asímismo, en la galería se hallaban miembros eméritos como la doctora en historia del arte Elisa Vargaslugo.
El arquitecto Felipe Leal, director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM por dos periodos, mencionó que el propósito del Seminario es tener más presencia en la sociedad mexicana, ser un centro de difusión de la cultura, tanto como lo ha sido el Colegio Nacional. Con el fin de cumplir este objetivo, se retomaron los espacios del Seminario y se remodeló el auditorio, la galería. De igual forma, cabe destacar que la imagen del Seminario se ha representado, tal como lo hubiera hecho Guadalupe Posada, con un grabado en forma de espiral en color rosa mexicano que alude a un sello prehispánico del sol, del movimiento e, icónicamente, de Quetzalcóatl, de la sabiduría. Se puede decir que el Seminario de Cultura Mexicana, emblemáticamente, representa la sabiduría en movimiento.
“El proyecto de renovación continúa en proceso pues se espera la transformación de un auditorio y la apertura de una librería y una cafetería.
En conclusión –compartió el vicepresidente Felipe Leal para Mexicanísimo– es necesario difundir este proyecto por medio de las tecnologías actuales como las redes sociales e indudablemente, acercarse a los espacios de la comunidad del entorno como la escuela secundaria que se halla a espaldas de la sede del Seminario. El reto es tener un perfil específico: discutir temas de actualidad, llegar a los jóvenes y a las universidades”.
Las actividades a las que el público en general está invitado son gratuitas y comienzan este mes con un ciclo de conferencias sobre «El amor y la muerte» y continuarán con el Festival Internacional de Teatro Universitario, en octubre. En los últimos meses del año, el Seminario de Cultura Mexicana finalizará con una Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional y un homenaje al director de orquesta Luis Herrera de la Fuente.
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