Un paseo por Tepotzotlán
El significado de Tepotzotlán es de origen náhuatl, compuesto por los vocablos: Tepotzotli o Teputzotli, ‘joroba’ y Tlan, ‘entre’, significa “entre jorobados”. Situado a unos cuantos kilómetros de la Ciudad de México, podemos encontrar un lugar lleno de historia, sumamente tranquilo y con olor a provincia. Además de los paisajes tan pintorescos saldremos de Tepotzotlán con muchos conocimientos de la historia del pasado de México.
En el año 2002, Tepotzotlán fue nombrado Pueblo Mágico por la Secretaría de Turismo Federal. Ya que preserva tesoros y parte de la historia del México Virreinal. Entre sus atracciones más emblemáticas, están el Museo Nacional del Virreinato que alberga una muestra arquitectónica del barroco en México y reúne, también una atractiva colección de importantes objetos que fueron creados durante el periodo virreinal.
En este museo, podrás salir con una visión general y panorámica de los diferentes aspectos sociales, económicos, políticos y culturales de estos periodos históricos. El acervo está constituido por una de las mejores colecciones de pintura, escultura, textiles, cerámica, vidrio, mobiliario, libros, lacas, metales y orfebrería.
Otro sitio muy importante es el Ex Convento de San Francisco Javier. En 1670, gracias a los donativos de la familia Medina Picazo, se inició la construcción de la iglesia. Es un recinto único y valioso por su gran contenido barroco novohispano, la iglesia forma parte del Museo Nacional del Virreinato. En su construcción destaca una nave y una torre que alcanzan una altura aproximada de 42 metros de alto. El templo fue declarado Patrimonio de la Humanidad el primero de agosto de 2010 en la categoría Itinerario cultural «Camino Real de Tierra Adentro».
Plaza de la Cruz. Es la plaza principal del pueblo, en esta se encuentra una cruz atrial de piedra que tiene labradas diversas imágenes de la Pasión de Cristo. Alrededor, podemos encontrar diversos comercios que van desde artesanías típicas del lugar, hasta las famosas nieves de Tepotzotlán, puedes comprar a un muy buen precio unos lentes de sol, un zarape o un sombrero o incluso unos cacahuates, pepitas, pistaches o algún antojito típico mexicano, que te acompañe en la caminata de este Pueblo mágico.
Además del ambiente familiar que se respira en los alrededores, los fines de semana hay recorridos nocturnos, a un costado de Palacio municipal, en donde te cuentan un poco de historia, mitos y leyendas.
Para los amantes del pulque, también existe una ruta. Puedes conocer algunos sembradíos de magueyes, los diversos usos y también puedes elaborar y degustar la llamada bebida de los dioses. Tepotzotlán cuenta con pulquerías bastante recomendables, ya sea que te encuentres de paseo con la familia o con amigos. Disfrutarás de una tarde amena con esta bebida legendaria.
A unos cuantos pasos de la plaza principal, se encuentra el mercado de antojitos el cual ofrece innumerables opciones ya sea desayunar, almorzar o comer. Hay café de olla delicioso, jugo de naranja, sopes, pancita, birria, tacos de longaniza, pozole, pambazos, quesadillas de quelite, tamales, atole, tlacoyos, birria de res, barbacoa… Todo lo que puedas imaginar.
También encontramos el Acueducto de Xalpa, conocido como los Arcos del Sitio. Se halla unos cuantos kilómetros del centro, cuenta con 43 arcos repartidos en cuatro niveles, tiene una altura de 61 metros y una longitud de 438 metros, aproximadamente. El acueducto funcionó como una obra arquitectónica hidráulica de los siglos XVIII al XIX. Fue construido mediante una mezcla de cal, arena y baba de nopal. Cabe mencionar que este no cuenta con adornos de ninguna clase, lo asombroso es lo sencillo e imponente que es al observarlo desde cualquier punto en el que estés. En la actualidad se puede caminar sobre el amplio canal por donde alguna vez corría el agua hacia la hacienda a la que pertenecían los arcos.
Esta edificación es considerada una de más altas del país. Representa el orgullo arquitectónico de la época virreinal que sigue sorprendiendo a miles de personas. Para conocerla y recorrerla, prepárate bien para emprender una larga caminata entre subidas y bajadas. En la parte más alta, te puedes adentrar a la aventura de lanzarte de una tirolesa que llega exactamente a la mitad de la edificación. Si te gusta lo extremo y practicar bici de montaña, también lo puedes hacer e incluso entrar a acampar. Podrás disfrutar del paisaje, la flora y la fauna.
No es necesario ir tan lejos, para disfrutar de todo el abanico de color que nos ofrece este maravilloso Pueblo mágico. Viajar no es solo viajar, es conocer, reconocer, disfrutar y aprender del lugar al que vayas.
Fotos Mariana Torres
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