Ermilio Abreu y Canek
Ermilio Abreu Gómez y Canek representan la profunda reflexión del pasado, del presente pero sobre todo de cómo hemos actuado ante ello.
En un inicio la inocencia, la imaginación, la ingenuidad y la sensibilidad del niño Guy es el símbolo de la infancia. Quién no, siendo niño fue inocente, libre de prejuicios y estigmas, qué niño no posee ímpetu por las cosas, por lo desconocido; cuando los niños crecen se transforman, se olvidan de que los detalles son significativos, de que la vida no se reduce a una sola acción, cuando los niños crecen no deberían olvidar que alguna vez fueron niños.
Por otro lado, Canek, modelo del héroe, con la fortaleza, la dignidad, la valentía que lo caracteriza representa la lucha de los indígenas ante el severo proceso de conquista. Canek debe ser el incesante recuerdo del orgullo propio de un pasado muy resquebrajado.
La contraposición es uno de los elementos más fructíferos que utiliza Abreu. Por un lado el niño Guy y Canek simbolizan el sentimiento de los originarios, también la importancia de la cultura pues da a conocer algunas tradiciones como gritarle a la luna porque está a punto de ser devorada debido a un eclipse. En segunda instancia la insensibilidad, el racismo y el prejuicio de los españoles; un ejemplo de ello cuando el indio rueda por las escaleras y al sangrar, los españoles se llenan de hastío.
Han pasado siglos después de la conquista y muchas situaciones son muy parecidas a las que describe Abreu. Discriminamos al vagabundo, al marginado, a la persona que va descalza, al enfermo; hemos llegado a ser tan insensibles e irracionales que escenificamos muy bien la obra de Ermilio. Hemos arraigado tanto las malas costumbres que nos cegamos y olvidamos que todos compartimos algo, la humanidad.
Esta lectura es una hermosa reflexión, primero debemos recordar que alguna vez fuimos niños, que esto traiga la inocencia que alguna vez perdimos; después, el orgullo como mexicanos, aprender a seleccionar lo que queremos de otras culturas y por último a no olvidar que seguimos siendo humanos, aunque este sea un mundo lleno de grandes diferencias.
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