Los monstruos de la escultura prehispánica
Hace 50 años, en 1970, fue descubierta la mayor de las 17 cabezas colosales de los Olmecas, orgullo de una de las culturas más antiguas del continente y símbolo de esa civilización asentada en las cercanías del Golfo de México, antecedente de la mayoría de las sociedades posteriores, las cuales recibieron su influencia de manera fundamental. Algunos investigadores han insistido en llamar a la Olmeca la madre de las civilizaciones mesoamericanas, y no les falta razón, aunque por su antigüedad de más de 3,000 años falta mucha información sobre su desarrollo en Veracruz y Tabasco, sin embargo su influencia se sintió desde la zona maya hasta Teotihuacán. Las cabezas son el más claro referente de esta gran cultura, también se hace referencia a muchos otros aspectos de su organización y desarrollo que impregnaron Mesoamérica de manera importante.
El sitio más importante de descubrimiento de estas esculturas es San Lorenzo, donde se ubicaron 10 de ellas. Sin embargo, la más voluminosa fue recuperada de la tierra hace 50 años y sigue instalada a pocos metros de donde fue hallada, en el Parque Central de Santiago Tuxtla, Veracruz. Esta cabeza, localizada en el Rancho La Cobata, tiene 3.5 metros de alto. Es la única de las cabezas monumentales que tiene los ojos cerrados, lo que hace suponer que era un homenaje hacia un personaje fallecido.
¿Dónde están actualmente?
¿Cuántas, de estas 17 grandes obras, conoces? Bien valdría hacer un recorrido para descubrir este impresionante patrimonio mexicano. Anímate a recorrer la ruta. Además de la cabeza mencionada y cuyo medio siglo de aparición celebramos, en el Museo de Antropología de Xalapa se pueden apreciar siete monolitos; dos se exhiben en el Museo Nacional de Antropología; una en el Museo Comunitario del pueblo de San Lorenzo Tenochtitlán, también en Veracruz; tres cabezas colosales de La Venta se encuentran en el Parque-Museo La Venta y una en el Museo Regional de Antropología Carlos Pellicer, en Villahermosa, Tabasco; y las dos descubiertas en Tres Zapotes se exhiben en el museo comunitario de la localidad y en el Museo Tuxteco.
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