Turismo de susto

Que si playas, que si bosques, que si montañas y valles, que si ecoturismo o turismo cultural, turismo de parranda o turismo gastronómico. En México hay algo para todo gusto, eso lo tenemos más que claro en Mexicanísimo, por ello el amor que sentimos por nuestro país no deja de crecer. Pero hay un tipo de turismo al que no le hemos dedicado tiempo, tal vez porque nos gusta creer que “no nos late”, en vez de aceptar que nos da un poquito de miedo: el turismo de terror. No es para todos, pero sigue siendo muy popular entre un nicho importante de turistas. Así que aquí les dejamos cinco de los mejores destinos embrujados que hay en la Ciudad de México. Cuidado, que espantan.

Foto: Esparta Palma

La isla de las muñecas, Xochimilco

Uno de los destinos obligados para los que gusten de turismo “embrujado” es esta isla, que se encuentra inmersa en el laberinto de canales de Xochimilco. Ha saltado a la fama por su extraña decoración, pues los árboles están llenos de muñecas de distintos tamaños y formas que generan una atmósfera tenebrosa, especialmente de noche. La leyenda cuenta que en los años 50 el dueño de la isla, Julián Santa Ana Barrera, encontró el cadáver de una niña flotando en uno de los canales por los que navegaba. La imagen lo marcó tanto, que decidió colgar muñecas para apaciguar al espíritu de la joven, que se dice sigue deambulando por la isla hasta el día de hoy. ¿Y qué fue de Don Julián? Apareció muerto en el 2001, justo en el lugar en el que se dice que encontró a la chica… Por si la historia no les parecía lo suficientemente aterradora.

Hospital Juárez, Centro Histórico

Para lugares escalofriantes, pocos lo son más que los hospitales, embrujados o no. Ahora a las cientos de historias de pacientes que murieron dentro de sus paredes agreguen una leyenda de fantasmas y la cosa se pone peor. Es el caso del Hospital Juárez, que en el siglo XIX, durante la guerra entre México y Estados Unidos, se llamaba el Hospital municipal de San Pablo. Se dice que entre su personal se encontraba una mujer llamada Eulalia, que vestía de forma impecable y tenía trato amable con los pacientes. Desde el momento de su muerte, tras sufrir un desencanto amoroso con uno de los doctores del lugar, se dice que su espíritu ronda los pasillos y atiende a los enfermos, consolándolos con palabras tiernas. Viste un uniforme completamente blanco e impecable, por lo que le llaman “La almidonada”.

Foto: Vladimix

El Palacio Negro de Lecumberri

Las cárceles son las reinas indiscutibles de los lugares escalofriantes, por encima incluso de los hospitales. Así que deben continuar su recorrido terrorífico por la gran representante de las prisiones mexicanas del siglo XIX y XX: Lecumberri. Sus instalaciones encerraron a algunos de los criminales más peligrosos de su época, algunos de los cuales fueron torturados y asesinados. Hoy en día pueden visitar el palacio, pues fue convertido en el Archivo General de la Nación en 1982. Sin embargo, estén advertidos, hay quienes dicen que por las noches se pueden escuchar lamentos y que a veces los prisioneros deambulan por lo pasillos. Nosotros les diríamos que solo vayan si tienen alguna tarea importante o investigación histórica que hacer.

El Callejón del Diablo, Mixcoac

Para los que gusten de emociones extremas, ¿qué les parecería encontrarse frente a frente con el mismísimo Belcebú? Este singular atractivo ofrece el llamado Callejón del Diablo, un estrecho pasadizo urbano por el que, se dice, deambula Satanás por las noches. Las historias sobre encuentros que han tenido los locales son muchas y variadas: desde que toma la forma de un guajolote hasta una sombra que ríe macabramente. Hay quienes dejan ofrendas al señor oscuro en el callejón, que desaparecen para el día siguiente. Si tienen ganas de hacer un negocio o simplemente de acelerar los latidos de su corazón, no pueden dejar de visitar esta estrecha callejuela, en pleno Barrio Mágico de Mixcoac.

La Casa de la Tía Toña, Chapultepec

Si de lo que tienen ganas es de una excursión entre los árboles que termine en un sitio fantasmagórico, la mejor opción es la Casa de la Tía Toña, que se encuentra en la tercera sección del Bosque de Chapultepec. Se dice que en ella habitaba una mujer que dio asilo a niños de la calle. Sin embargo, su buena acción solo le trajo maltrato por parte de los chamacos, a quienes terminó matando a golpes y arrojando sus cuerpos al río para cubrir el rastro de su crimen. Desdichada, murió a los pocos días, encerrada en su habitación, torturándose por lo que había hecho. Se dice que hoy su espíritu ronda los alrededores de la casa y que ataca a los que encuentra. Si esto es cierto o no, no lo sabemos, pero lo que sí es que debido a lo accidentado del terreno donde está el edificio, han habido muchos accidentes a lo largo de los años y unos cuantos terminan en muertes.

 

Fotos:

Turismo de susto was last modified: mayo 21st, 2018 by Gabriel Gallardo

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