Cuenta la leyenda

Renato Valery-01

Ilustración de: Renato Valery

Allá por el año 1821, en el ocaso de la guerra de Independencia, el coronel Iturbide fracasó en su intento de destruir a los insurgentes y, poco a poco, sus fuerzas iban diezmándose. Contaba con unos tres mil hombres contra cuarenta mil del virrey. Por ello tuvo que cambiar la táctica y dirigirle una carta a Vicente Guerrero, llamándolo incluso “querido amigo” y descubriéndole sus planes, para de esa manera, contar de su lado con el prestigio que Guerrero había ganado, sobre todo, en las provincias del Bajío. Era una parte fundamental de la estrategia, con la cual buscaba sumar fuerzas a lo largo de todo el territorio novohispano, incluyendo a los poderes eclesiásticos. Para convencer a todos, sembró la idea por todas partes de que muchas personas estaban comprometidas con él.

En primera instancia, Guerrero no estaba de acuerdo con el plan de Iturbide, ya que la autonomía que buscaba era a medias, confiada a la Corona española. Por ello mandó, en avanzada, a José Figueroa como su representante frente a Iturbide, quien le convenció de su amor por la felicidad del país y de sus planes independentistas, pactándose un encuentro para el 10 de febrero, en Acatempan.

El día fijado, Guerrero y sus tropas llegaron primero. Cuando llegaron las tropas de Iturbide, estas se detuvieron y el coronel avanzó completamente solo para darle más confianza al jefe insurgente. Después de intercambiar muchas palabras sobre los planes de Iturbide, Guerrero se dirigió a los suyos:

Este mexicano que tenéis presente es el señor Agustín de Iturbide, cuya espada ha sido por nueve años funesta a la causa que sostenemos. Hoy jura defender los intereses nacionales, y yo que os he conducido a los combates y de quien no podéis dudar que moriré sosteniendo la independencia, soy el primero que reconozco al señor Iturbide como el primer jefe del ejército nacional. Soldados: ¡viva la independencia!, ¡viva la libertad!

Después de un fuerte viva en ambos lados, Iturbide replicó:

Este que veis aquí es el general Vicente Guerrero, el más constante defensor de la independencia de la patria, el que teniendo un grado superior, hoy verifica la acción más sublime de hombre alguno en el mundo, pues que se pone a las órdenes de un inferior suyo, y lo que es más, de uno que ha sido su enemigo más encarnizado, solo porque sabe que así podemos llegar más pronto a los altos fines que nos proponemos, que es dar a los habitantes de la Nueva España una patria libre. Soldados: ¡viva el insigne Guerrero! ¡viva la libertad!

Y Guerrero, ya montado en su caballo, gritó: Soldados: ¡bendito sea el abrazo de Acatempan!

Basado en el libro Leyendas históricas de la Independencia, de Ireneo Paz.

Cuenta la leyenda was last modified: agosto 31st, 2017 by Alejandro Toussaint

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