Susana Harp, una delicia

“Todos mis discos han sido temáticos y el primero fue sobre Oaxaca; no trato de cantar por cantar, me encanta hilar historias”.

Susana Harp

Nacida en Oaxaca, era casi natural que Susana terminara dedicándose a la música. “En Oaxaca parece que los niños, en vez de torta bajo el brazo, traen clarinete y violín. Las bandas pasaban por mi casa a todas horas, las calendas, las celebraciones casi por cualquier cosa, y además, mi abuelo materno tenía la música como un ritual, era un gozo sentarse con él a escuchar sus viejos discos”. Hoy, esta mujer es parte indispensable de muchos proyectos de difusión y recuperación de nuestra música, además de ser una delicia escucharla en sus conciertos y producciones.

Su última producción, Mexicanísima, el noveno de esos proyectos y cuyo título nos encanta y nos vuelve solidarios, mezcla historia y canciones de manera lúdica y termina de romper el mito de que eso no es posible, porque la combinación de canciones indígenas con poemas, narraciones y cantos polifónicos es muy afortunada y la gente lo disfruta, reacciona bien a este experimento y llena los locales donde esta gran artista mexicana se presenta. Esta mezcla de sones tradicionales y estilos más modernos exhibe un enorme y colorido escaparate de nuestro país.

Una de las características que le ha impregnado a sus recorridos musicales en estos quince años, es dar espacios para canciones en otras lenguas locales. “Es sensacional, no podemos excluir a las decenas de lenguas que son parte de nuestro México. Lo que más canto es en zapoteco del Istmo, uno de los idiomas más dulces que existen, una lengua que canta solita”.

Este esfuerzo ha abierto nuevos escenarios, pues Susana está convencida de que no se necesita entender, la gente capta el sentido, como sucede con canciones en alemán o francés. “Quien no ha entrado en esos mundos, se los está perdiendo, yo he cantado en mazateco, náhuatl, maya, mixteco… porque tienen su propia cadencia, su propio valor; hay, por ejemplo, arrullos y cantos para niños en esas lenguas, que son deliciosos”.

Mientras desarrolla su nuevo proyecto, El país de las maravillas, que busca entretejer la música (principalmente sones y décimas) con la biodiversidad, Susana sigue llevando el espectáculo de Mexicanísima a varios sitios del país.

Asociación Cultural Xquenda

Además de cantar, Susana –psicóloga y psicoterapeuta Gestalt– creó esta asociación buscando apoyar proyectos de artistas indígenas e independientes. Xquenda (“alma”, en zapoteco) apoya la investigación, recopilación y difusión de diversas manifestaciones culturales de México, con especial énfasis en la cultura musical. Los resultados obtenidos con compositores oaxaqueños para la difusión de su obra y la protección de la propiedad intelectual de los mismos muestran el enorme potencial de este trabajo y la gran aportación que está dando.

Como lo explica Susana: “Lo que hacen en las comunidades es una herramienta para vivir con dignidad, no tienen que irse de migrantes o abandonar su actividad si son extraordinarios poetas, músicos o pintores. La música ha vuelto productivas a las comunidades, pues los músicos aportan lo que genera su arte y pueden vivir de ello, además de recuperar el orgullo por su trabajo”.

Más que una intérprete, Susana se transformó en una embajadora musical y en una promotora de los valores de nuestras raíces. Ella muestra toda la enorme riqueza que se puede obtener de la cultura musical y que va mucho más allá de acordes bonitos. Por lo pronto, disfrutemos Mexicanísima.

Susana Harp, una delicia was last modified: agosto 31st, 2017 by Luis Jorge Arnau Ávila

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