La escultura de la naturaleza mexicana
La geografía de nuestro país es muy diversa. Selvas, desiertos, montañas y ríos lo rodean. Tan impresionante resulta la magnitud de nuestra naturaleza que ninguna división política separa un sitio de otro, por ejemplo, las sierras de México unen lugares de norte a sur. Así la Sierra Madre Oriental entrelaza estados como Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, zona en la cual diversos espacios históricos y culturales nos esperan.
El estado de Coahuila es atravesado por la Sierra Madre Oriental. Sin duda los ecosistemas que posee van desde los bosques hasta los desiertos en la Comarca Lagunera. De los 151, 571 kilómetros cuadrados que posee este estado, habrá una amplia cantidad de lugares por ver: de Torreón a Piedras Negras, de Saltillo a Ciudad Acuña.
Podríamos hacer varias paradas en este sitio, mas, en esta ocasión nos detendremos en las Dunas de yeso, cerca de Cuatro Ciénegas, Coahuila. Abarcan 800 hectáreas de arena blanca que su escultor, el viento, ha formado por millones de años. La zona anteriormente estaba cubierta de agua de mar y por procesos geológicos emergió el suelo marino.
Las dunas resultan acumulaciones de arena formadas por el viento. El paso de este muestra cómo ha sido el clima en la zona, si las dunas tienen forma de C, el aire ha sido prominente. Cuando estas alcanzan un tamaño significativo, comienzan a desprenderse para formar nuevas dunas pequeñas.
En este árido lugar se hallan animales como coyotes o reptiles adaptados perfectamente al ambiente. También son parte de este paisaje la fosilización de troncos de árboles muertos o cortados por los granos de yeso en forma de delgadas columnas que se levantan sobre el suelo blanco.
Indudablemente, las dunas son un lugar que deberás contemplar para tu próximo viaje al norte del país. No olvides visitar, también, Poza Azul en Cuatro Ciénegas, paraíso del cual hablaremos en otra ocasión.
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