Las frases de la abuela

Ya lo decía mi abuela: más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y si los mexicanos somos expertos en resumir esa sabiduría en frases breves, refranes y aforismos, las abuelas y los abuelos son los especialistas. Siempre tienen las palabras adecuadas, aunque hay veces que ni quien los entienda.

Desde pequeños comenzaban a educarnos con
dichos como no juegues con los
trapecistas (los mocos); el que come y canta, loco se levanta; no hay que ser tan destorlongado (desordenado); ni como pollo desplumado; no dejes un batidillo; y no hagas chirlo tu ropa.
Luego nos enseñaban que en la vida hay que hacer algo de provecho, para que no te vaya como en la feria pues afuera no hay río de atole ni árbol de gordas y si no les hacíamos caso, salían con algo como si hubieras sido azteca, las pirámides no medirían ni un metro; o no creas que la luna es de queso nada más porque la ves redonda.

Para los problemas del amor, nadie mejor que las abuelas para darnos un buen consejo como: si quieres conocer a Manuel, vive con él; o vive con Andrés un mes y sabrás quién es; si te cela es porque te quiere o entre más celos más amor; al hombre como al oso, entre más feo, más hermoso; el caballo, la pistola y el marido no se prestan, abusadas; quien bien te quiere te hará llorar; ojos que no ven tienen menos que sentir; después del retozo viene el mocoso.

Hay otro tipo de sentencias que repetían incansablemente y que son como aquellas “verdades” para tenerlas siempre presentes: si tienes el centro nunca te caerás pero si estás mareado al momento te tropiezas; las águilas vuelan solas, los ojetes en parvada, métaselo en la cabeza; cuando te toca, aunque te quites… cuando no te toca, aunque te pongas.

También existen aquellas que reflejan la idiosincrasia, los regionalismos o solo que la abuela era ocurrente: ya muerta Jacinta palos a la perra pinta; caminando Juan tienes, pero Pedro siempre serás; te haces que la virgen te ve, pero ni te parpadea; anda que te ribeteen que te estás deshilachando; donde te chupen que te tiren; le quedó lo que al burro viejo, el pedo y el rebusnido; vamos a tantearle el agua a los camotes; como el que fue a Tinguindín que no supo ni a qué fue; como alma que se la lleva el diablo; ay que Catrina vas; el que por su gusto es buey, hasta la coyunta lame; a comer y a misa cantada, a la primera llamada; pésames y días a los nueve días; parece pollo ensartado; flaco que no es por hambre aguanta más que un alambre.

Y al final, allá han de estar todas juntas, pues sacos y costales, todos vamos a ser iguales, y ojalá que todos acaben como aquella que aunque jodida, más contenta y que a todos les llegue su San Martín.

Las frases de la abuela was last modified: agosto 31st, 2017 by Alejandro Toussaint

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