Carlos Fuentes

• José Luis Montenegro


• 10 Nov 2014

Un libro no se queda inmóvil, está siempre actuante para las lecturas nuevas que lo echan a andar y ven lo que otros no vieron.

Las obras de Carlos Fuentes son precisamente eso, una invitación para reinventar las letras de la literatura fantástica, el realismo crítico y la subversión del lenguaje.

“Fuentes nombró lo que no tenía nombre, convirtió en personajes a los seres anónimos que recorrían esas calles transfiguradas por la perenne injusticia, la violencia de siempre, la victoria de la miseria, la especulación inmobiliaria y la tempestad del progreso”. José Emilio Pacheco

A 86 años de su nacimiento, te compartimos diez frases memorables del crítico y aguerrido escritor, intelectual y diplomático mexicano:

1. Si lo fantástico es un duelo con el miedo, la imaginación es la primera exorcista del terror de lo desconocido. La gran novela latinoamericana.
2. Dime. ¿Por qué supe, en cuanto te vi, que ya no iba a importar nada más? Sabes: me dije que en ese momento tenía que decidirme. Que si tu pasabas de largo, yo perdería toda mi vida. ¿Tú no?. La muerte de Artemio Cruz.
3. Hay que morir antes de renacer… Aura.
4. En política, nunca anuncies, actúa… los crímenes no se anuncian, se cometen. La silla del águila.
5. Sabes que la primera vez es difícil, que esperas demasiado de la segunda y que solo la tercera vez, decepcionada, cualquier cosa te parece maravillosa. Cambio de piel.
6. Qué injusta, qué maldita, qué cabrona la muerte que no nos mata a nosotros sino a los que amamos. En esto creo.
7. Lo Cortés no quita lo Cuauhtémoc. La región más transparente.
8. La felicidad y el éxito son tan excepcionales como la lógica; la experiencia más generalizada del hombre es la derrota y el sufrimiento. Constancia.
9. Dijo que la muerte sólo vence a quien no se asombra de ella; la vida también. Una familia lejana.
10. Cada quien es lo que es y ya. Lo interesante es ver qué pasa cuando entramos en contacto con alguien que nos pone en duda y sin embargo sabemos que nos hace falta. Y que nos hace falta porque nos niega. Las dos Elenas.

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