Ayer celebramos el Día de las madres, y por la situación actual este día fue muy distinto a los de años pasados. La figura materna es muy importante en nuestra sociedad, por eso hoy te invito a conocer a una muy especial en la religión nahua.
Cihuacoátl ‘mujer serpiente’ o ‘serpiente hembra’. Una de las deidades más importantes para los nahuas. Se le conoce por ayudar a las mujeres durante el parto. Si ellas morían durante el alumbramiento, su muerte se honraba como a los guerreros muertos en batalla.
Cihuacoátl era, según un texto en el Códice Florentino, un ser bestial, maligno, que traía miseria y mala fortuna; era un ser animalesco, de dientes afilados y que por la noche bramaba. Pero también traía fertilidad ㅡincluso uno de los nombres por los que se le conoce es Quilatzi ‘la que da verdor o verdura’ ㅡ tanto para la tierra como para las mujeres.
La importancia de Cihuacóatl era tal que su templo se encontraba muy cercano al de su hermano, Huitzilopochtli. También tenía relación filial con Xipe-Totec, Tezcatlipoco y Huehuetéotl. Su templo, Tlillan, se caracteriza por la oscuridad: sin ventanas, ni puertas grandes y el acceso permitido solamente a sacerdotes, que además crea la relación entre la oscuridad de la muerte y la del vientre materno.
Cihuacóatl tiene varios nombres y representaciones. Como Quilaztli fue quien dio vida a la humanidad cuando molió los huesos que Quetzalcóatl trajo del inframundo, es la primera madre, a quien también llamamos Tonantzin ‘nuestra madre’.
Madre y hermana, creadora de vida y de oscuridad, Cihuacóatl es una figura que con sus atributos completa el ciclo de la vida.
