MARÍA LUISA XICOHTÉNCATL: UNA HISTORIA NOVELESCA EN GUATEMALA

Volcanes increíbles, ruinas, palacios con influencia española y calles empedradas conforman la Antigua Ciudad de Guatemala, a la vez que le brindan parte de la gloria del pasado y narran su presente, en medio de turistas, tanto nacionales como extranjeros. Pero dicha ciudad tiene un desarrollo interesante y una coyuntura mexicana excepcional, pues allí vivió la hija del cacique de Tlaxcala, María Luisa  Xicohténcatl.

Cabe recordar que María Luisa era conocida como Tecuelhuetzin y a la llegada de los españoles, las fuerzas tlaxcaltecas lucharon contra ellos, pero más adelante se pactaría la amistad entre dos culturas, para vencer al imperio azteca. Como parte de este pacto, Xicohténcatl el viejo, brinda doncellas a las fuerzas europeas, entre ellas está su hija, quien es tomada por Pedro de Alvarado.  Tras el drama de la conquista y el abatimiento de otros pueblos, Alvarado marcha hacia Guatemala, acompañado de María Luisa (nombre que recibe tras ser bautizada)

El cronista e historiador por excelencia de la Antigua Guatemala, Enrique Berdúo Samayoa, en entrevista exclusiva, comentó lo siguiente: “Doña Luisa se transforma en una colaboradora muy eficaz y amplia para los propósitos de esta exploración, por así decirlo es la intérprete de los vocablos castellanos y náhuatl, pues en los actuales territorios de Chiapas y Guatemala se hablaba la última, lo cual posibilitó la comprensión entre ambos mundos”.

La historia de esta noble tlaxcalteca también se ve estrechamente relacionada con el desarrollo de la antigua capital de Guatemala “Por su temperamento, Alvarado era sumamente aventurero y al fundar la Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, el 25 de julio de 1524, doña Luisa va a tener una participación sumamente discreta, sin embargo por su linaje tenía autoridad dentro de la comunidad de los aliados tlaxcaltecas”, señaló Enrique Berdúo.

Tras el vínculo creado entre María Luisa y Pedro, nacen dos hijos, la primera es Leonor Alvarado Xicohténcatl (la primera mestiza en Centroamérica) y poco después Pedro Alvarado Xicohténcatl, aunque muere a corta edad. Pese esto, la relación está prohibida, pues no pueden unirse en matrimonio, cosa que hará que María Luisa pase a segundo plano y aunque recibe un trato especial, no puede aspirar a competir contra la verdadera esposa del castellano.

“Con el apoyo y reconocimiento, de parte de las huestes tlaxcaltecas en la región, establecen en las faldas del volcán Hunahpú, en el paraje de Almolonga (viene de vocablo náhuatl y significa el agua que emana), un asentamiento español y en ese lugar, doña Luisa y su hija recibirán, en el barrio que se define para habitar a todos los aliados tlaxcaltecas, un lugar; mientras tanto Pedro estará en expediciones por la región, algunas sin éxito, pues al no encontrar la riqueza en metales y piedras preciosas en Guatemala, viaja hacia el Perú, pero se enfrenta con Francisco Pizarro y retorna nuevamente con las manos vacías”, añadió el cronista.

Tras la muerte de Alvarado (llamado Tonatiuh) en la batalla de Nochistlán en la antigua Guadalajara, hoy Zacatecas, por el auxilio que le brindó a Cristóbal de Oñate, la historia se complica, pues su esposa Beatriz (hermana de la primera esposa de Pedro, quien muere en el viaje a América) toma bajo su tutela a Leonor Alvarado, no precisamente porque en ella estuviera una semilla de afecto o cariño, sino que entre sus manos tiene planes ambiciosos y los ha tejido por mucho tiempo, desafiando así a todos con tal de lograr sus objetivos, pero esta satisfacción durará poco tiempo, pues sus ideas serán quebradizas, mientras ella gritará de odio, rabia, ira y terror al presentársele la muerte.

“Al conocerse la noticia de la muerte de Alvarado, doña Beatriz inicia el proceso para demandar la herencia (bienes, títulos y derechos de Alvarado), lo cual llevará algunos meses de discusiones con el ayuntamiento, pues reclamaba ser reconocida como gobernadora de estas tierras. Finalmente el ayuntamiento cede. Entonces en el momento de firmar el acta de aceptación del cargo, como gobernadora, ya no lo hace con su nombre de pila, sino lo hace firmando como ‘La Sin Ventura’ y queda la constancia en el libro de actos del cabildo. A dos días del hecho, siendo la época en que el territorio es azotado por tormentas tropicales, entonces una ladera del volcán se satura y se deslava sobre la incipiente ciudad de Santiago y en este hecho de inundación fallece doña Beatriz”, menciona el cronista de la Antigua Guatemala.

Por sucesos como estos, la capital guatemalteca se traslada al valle de Panchoy (la actual Antigua Ciudad de Guatemala) y ahí habitarán María Luisa y Leonor. Curiosamente, doña María no sufrió percances porque el lugar donde vivía no era propiamente en el asentamiento español, sino más distante pero con una elevación privilegiada. Leonor logra sobrevivir, a diferencia de su madrastra. Tras este episodio, madre e hija volverán a estar juntas.

El cronista Enrique explicó los siguiente episodios, tanto de la hija como de la madre: “Mientras tanto, Leonor estará bajo la tutela de su madre hasta que se establece la ciudad en el valle de Panchoy, en 1543, y Leonor se desposará, en segundas nupcias, con Francisco de la Cueva, que era hermano de Beatriz y cuñado de Pedro. Cabe mencionar que anteriormente doña Leonor había estado casada con Pedro de Portocarrero, uno de los principales colaboradores en las expediciones de Pedro de Alvarado y por situaciones del trazo de la nueva ciudad, el solar que se destina para casa de doña Leonor se va a situar a 50 metros de la plaza mayor, edificación que todavía existe y es conocida como el palacio de doña Leonor”.

“En el caso de doña Luisa, años después también se traslada a la ciudad de Santiago en Panchoy, la antigua Guatemala,y de acuerdo a esta tradición, su casa se va a situar a la siguiente manzana a la que habita doña Leonor; hoy día la edificación se conserva; los propietarios, más o menos hace 40 años, crearon un restaurante y le llaman con el nombre de ella, es más, la antigua calle de las campanas, que está a las espaldas de la catedral, a partir de esa esquina hacia el norte, recibe el nombre de la princesa Xicohténcatl, como parte de la nomenclatura histórica de la ciudad”.

Por último, los restos de la familia Alvarado y Xicohténcatl descansan en la catedral de la antigua Guatemala, como emblema no sólo cultural e histórico, sino como puente entre México y Centroamérica, como puntualizó Enrique Berdúo.

“Al construirse la nueva catedral en Panchoy, se establece en la cabecera, tras la nave principal, la capilla de los reyes y en el subterráneo la cripta de los Alvarado. Se le llama así, pues esa cripta se establece como sitio donde repose esta familia tan singular, es decir, en ella se depositan los restos de Pedro de Alvarado, de su esposa Beatriz, de María Luisa, Leonor, Pedro Portocarrera, Francisco de la Cueva y de un personaje importante que no se relaciona con los anteriores, es decir, Bernal Díaz del Castillo, esto por su contribución y participación en las exploraciones de Cortés y por ser regidor de Guatemala”.

Así, la antigua capital de Guatemala, Patrimonio Cultural de la Humanidad, recuerda el nexo con el desarrollo del virreinato de la Nueva España y narra, a través de sus edificaciones, una maravillosa historia de una princesa tlaxcalteca, semejante a un árbol que tras alcanzar cierta altura, es azotado por la plaga y parece que no tiene esperanza, pero con el paso del tiempo logrará sobresalir.

Nota: La imagen corresponde a Visit Guatemala, por tanto se utiliza sólo con fines informativos

MARÍA LUISA XICOHTÉNCATL: UNA HISTORIA NOVELESCA EN GUATEMALA was last modified: junio 10th, 2022 by Pedro López Hernández

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