Teatro en el Virreinato
El Virreinato está salpicado de personajes de lo más variopintos. Claro, con tantas décadas que duró y tanta gente de todos lados (los de aquí y los de allá, más lo que se sumaban…). El Virreinato dio de todo: pintores, arquitectos, juristas, clérigos, mineros, empresarios (emprendedores les diríamos hoy), malvivientes que se hicieron ricos a costa de explotar a los demás (perdón, me emocioné), músicos, parteras, astrónomos… un sinfín de profesiones que completan el firmamento de este fascinante periodo histórico. Y, por supuesto, no faltaron los literatos y, entre ellos, los dramaturgos.
Hoy quiero recordar una de las figuras más destacadas del teatro del Virreinato: Eusebio Vela. Nacido en Toledo en 1688, se dedicó desde muy joven a la actuación y a la dramaturgia, y fue seguidor de la escuela del afamado Pedro Calderón de la Barca.
Vela viajó a la Nueva España con su hermano José en 1713. Juntos se incorporaron a la compañía de teatro del Coliseo de la Ciudad de México y, desde entonces, Eusebio se convirtió en la figura más destacada del teatro de la Nueva España del siglo XVIII.
Su influencia en el medio dramatúrgico se reforzó con el proceso de secularización que vivió el teatro novohispano del mismo siglo. Hasta ese momento, las representaciones teatrales estaban dominadas por la iglesia, que utilizaba el teatro como un medio en su proyecto de evangelización; sin embargo, con la llegada de Eusebio Vela al panorama teatral mexicano, el teatro se fue independizando y adquirió una autonomía propia.
Aparecieron espacios fijos destinados de forma exclusiva a las representaciones teatrales, primero los llamados corrales y después los coliseos. Estos espacios ayudaron al desarrollo del arte dramático y a su consolidación como arte secularizado. Además, contó con el apoyo de los diferentes virreyes (aunque nunca quedó exento de la misma censura que sufría en la metrópoli).
Las obras de teatro escritas por Eusebio Vela son sin duda la máxima expresión del teatro barroco de la Nueva España. A Vela se le atribuye la autoría de diecisiete comedias de las cuales sólo conocemos tres: El apostolado en Indias y martirio de un cacique, que trata sobre la conquista del imperio azteca por parte de los españoles, Si el amor excede al arte, ni amor ni arte a la prudencia, sobre las aventuras de Telémaco en la isla de la ninfa Calipso, y La pérdida de España, que versa sobre la derrota del rey godo Rodrigo frente a los musulmanes.
Las comedias de Eusebio Vela fueron tan bien aceptadas entre la nobleza y alcanzaron tal popularidad en la Nueva España, que su obra Si el amor excede al arte, ni amor ni arte a la prudencia, fue representada en la corte durante la celebración del cumpleaños del Rey Felipe V.
Y tú, ¿ya has leído a Eusebio Vela?
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