Sala gastronómica
Acercarse al Museo Nacional de Antropología es casi una obligación religiosa, porque ahí está concentrada buena parte de nuestro pasado, presentado de manera orgullosa y digna. Un museo de clase mundial reconocido entre los 10 más importantes del mundo.
Ahora, además, existe un motivo adicional, con la apertura del restaurante “Sala Gastronómica”, dentro del museo, a pocos metros del espectacular paraguas simbólico que inicia el recorrido. El restaurante es un acierto, porque además de presentar platillos tradicionales con excelente buen gusto, cuenta con una de las terrazas más bonitas de la capital, para pasar la tarde en calma, integrado a la maravilla del Bosque de Chapultepec.
Hay que reconocer el esfuerzo por explicar los platillos en el menú, para acercar a los visitantes a la nomenclatura tradicional mexicana. Parece sencillo para muchos, pero requiere claridad mental y hace más cercano el placer de la comida.
Los platillos poseen un encanto distintivo: ravioles rellenos de langosta, chile ancho hojaldrado, además de sofisticaciones nacionales como los huauzontles, el tuétano o los mixiotes. De martes a viernes, además, puedes recorrer el buffet.
A la mitad del recorrido –porque en el museo bien se puede pasar un día completo, o más- nos encantó la experiencia, es un descanso necesario y consentidor. Dejen espacio para el postre –un final fundamental- y para el café, ya luego podrán seguir con el recorrido por lo que somos.
Fotografía principal: cortesía de Sala Gastronómica
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