Riqueza ultra barroca al fondo de la Catedral

“Bella, regia, grandiosa, lujosa, síntesis de arte, de la historia y la belleza, maravilla, resplandeciente, portentosa, fantástica, majestuosa, magnífica; gruta de oro, nido de abejas, feria de volutas, violenta y formidable, novedosa en la Nueva España, sin igual en México, con bravura barroca, de escala colosal; como obra que eleva el espíritu y de sentido místico”. – Justino Fernández

El Altar de los Reyes es una majestuosa obra novohispana que cuenta con un gran número de elementos, compuesta por distintos materiales y con técnicas variadas, pero que, en conjunto, se complementan para crear un espacio armónico único y expresivo que destaca grandiosamente dentro de la Catedral Metropolitana.

Jerónimo de Balbás y Juan Rodríguez Juárez son los dos genios que juntaron su talento para poder crear el retablo. El primero fue arquitecto y escultor de profesión, mientras que el segundo se dedicaba a plasmar la realidad divina en lienzos mediante la pintura.

Foto: María José Ordóñez

La comprensión de obras de arte del pasado en el presente no es fácil. Justino Fernández afirma que, aunque existe una continuidad cultural en nuestro país, es a veces arriesgado asumir significados o simbolismos en una pieza a partir de los elementos que la componen.

Algunos afirman que las manifestaciones de arte mexicano resumen y sintetizan toda la historia del país, misma que, a su vez, ha sido protagonista en el cambio de valores, intereses, formas de vida y maneras de representar la realidad y apreciar el arte.

El título de “churrigueresco”, hace alusión al estilo de José de Churriguera y se atribuye únicamente a obras que cuentan con columnas estípite en su composición, presentes en el barroco y características del ultra barroco. En México se utilizó tanto, que a veces se generaliza al arte barroco mexicano como churrigurresco aunque no lo sea.

En México se identifican tres tipos de arte: el indígena, el novohispano y el moderno. La obra de Jerónimo de Balbás corresponde al segundo periodo; sin embargo, no excluye elementos de los otros. De igual modo, forma parte de una estética ultra barroca y churrigurresca, pues es una obra suntuosa y corpulenta, pero con un cierto orden en su estructura que representa la riqueza del arte novohispano.

Como primera impresión, el retablo parece inmenso. Concuerdo con la sensación percibida y descrita por Justino Fernández, en la que menciona sentirse “pequeño y sin importancia ante las colosales proporciones de la capilla en que se instaló el retablo tallado en madera y dorado por la cobertura de hoja de oro, del que sobresalen estatuas de santos y del que se destacan dos lienzos de pintura, oscurecidos por el tiempo”.

Foto: María José Ordóñez

El retablo es una obra en movimiento, pues cuenta con cierta teatralidad dentro de sus elementos que no muestran acciones estáticas. Es una obra misteriosa y con cierto misticismo, que atrae por su belleza e intriga con sus elementos; un marco gigantesco para acentuar el altar de la capilla en el ábside de la Catedral y una forma de dar sentido al “más allá” imaginado a partir del “más acá”.

Es una obra icónica del arte mexicano y que, sin embargo, no es tomada en cuenta por muchos de los visitantes de la Catedral Metropolitana. Considero que aún hay muchos misterios que el retablo mantiene secretos y será necesario comprenderlos para entender por completo su estética, sus elementos, significados y su razón de ser.

El retablo mide 25 metros de altura, 13.5 metros de ancho y 7.50 metros de fondo.

Los invito a que en su próxima visita a la Catedral, destinen un poco de su tiempo al retablo y si quieren empaparse un poco más de la historia de la época y su contexto social, les recomiendo leer Los personajes del virreinato, el libro más reciente de Paralelo 21.

 

Foto principal: María José Ordóñez Platas

Riqueza ultra barroca al fondo de la Catedral was last modified: enero 11th, 2019 by María José Ordóñez Platas

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