El Pueblo Mágico de Bacalar y la laguna de los siete colores
Cuando los mayas descubrieron Bacalar lo llamaron Sian Ka’an Bakhalal que significa “nacimiento del cielo rodeado de carrizos” y es que este mágico lugar hace valer su nombre por sus coloridas y hermosas lagunas, sus ríos escondidos entre la vegetación de la selva, los sitios arqueológicos que lo rodean, así como su historia colonial digna de cuentos de piratas de Disney. Bacalar, como lo describieron los mayas, es un paraíso que no debes dejar de visitar.
Para llegar a Bacalar tienes que tomar la carreta con dirección a Chetumal, si es que sales desde Cancún. El tiempo de recorrido es de alrededor de 4 horas y media en coche, si viajas en autobús toma los camiones que salen de la terminal de autobuses de Cancún, el costo del viaje es de entre 350 y 450 pesos, dependiendo la línea de autobuses que tomes, el tiempo aproximado de viaje es de 5 horas.
Foto: Carey Akin
El fuerte
Bacalar es conocido por su colorida laguna de siete colores, pero la magia del lugar no termina ahí. Al llegar al centro de la ciudad, el aire provincial reina en el ambiente: encantadoras casitas, restaurantes y hostales rodean la plaza principal, a un costado de ella podrás encontrar la primera atracción de este Pueblo Mágico (se ganó la denominación en 2007) que te recomendamos visitar: El Fuerte de San Felipe de Bacalar.
Fue construido en el año de 1733 por el gobernador en turno, Antonio de Figueroa y Silva, con la intención de detener los constantes ataques que sufría la ciudad por piratas europeos, principalmente ingleses y holandeses, quienes venían a la zona para explotar el recurso del “palo de tinta” usado en la época para teñir telas de distintos colores. La construcción del fuerte se realizó con materiales de la zona, principalmente piedra caliza, típica de la península de Yucatán, así como piedras volcánicas y marinas.
Sus altas murallas protegían a los lugareños de los embates de las embarcaciones que venían a saquear la ciudad. El fuerte estaba protegido con alrededor de 34 cañones distribuidos en los cuatro baluartes que protegían la edificación, cuyos nombres son: Santa Ana, Santa María, San Arturo y San Joaquín. Actualmente solo quedan 11 cañones.
Hoy en día el fuerte funciona como un museo donde se narra la historia del lugar, pasando por sus orígenes prehispánicos y la época de la colonización, hasta los enfrentamientos que vivió la ciudad en los años de la piratería entre los siglos XVIII y XIX.
Foto: Roberto Bolaños
La laguna
La laguna de Bacalar mide aproximadamente 50 kilómetros de largo por 2 de ancho y es el atractivo principal del pueblo, no solo por su extensión, también por su belleza. En la laguna podrás realizar un sinnúmero de actividades acuáticas y turísticas, las más practicadas son: kayak, snorkel, paddle, buceo, paseos en lancha por la laguna y los ríos, o simplemente nadar y relajarse en sus aguas cristalinas. Hay diversos paraderos alrededor de la laguna que ofrecen el servicio de restaurantes y bebidas, y música en vivo, que hacen que tu visita sea una verdadera fiesta.
Los pescadores locales ofrecen bonitos paseos por la laguna, que incluyen visitas a los cenotes que hay en el lugar, como el Cenote Esmeralda, que recibe este nombre por su color, que contrasta con el resto de la laguna; el Cenote Cocalitos; y la Isla de Pájaros. Asimismo, la mayoría de los paseos te llevan a visitar El Canal de los Piratas, un pasaje que recibe este nombre gracias a que en el siglo XVIII los piratas y contrabandistas usaban los canales de la costa caribeña, partiendo desde Mahahual o desde el Río Hondo, para así adentrarse hasta Bacalar en búsqueda del palo de tinte.
Durante el recorrido por este canal los pescadores o guías te contarán historias de las batallas que se llevaron a cabo en la zona y te mostrarán los lugares por los que los piratas transitaban en su ruta a Bacalar. También te recomendamos visitar la entrada al Canal de los Piratas, que está a un costado de la laguna, donde podrás bajar de la lancha para nadar en una especie de “alberca natural”, con un tono color azul turquesa claro, único de este sitio, una experiencia increíble que no debes perderte, ¡por favor no olvides llevar tu cámara deportiva!
Otro lugar muy conocido y que no hay que dejar pasar es el popular Cenote Azul, ubicado en el extremo sur de la laguna, que tiene más de 200 metros de diámetro y una profundidad de 90 metros. Es un favorito de los turistas, muchos de los cuales llegan a la zona únicamente para conocerlo. A las orillas del lugar se encuentra un restaurante en donde podrás tomar algo y disfrutar de la hermosa vista del sitio.
Foto: Roberto Bolaños
Alojamiento
La oferta hotelera en la zona es amplia, y va desde pequeñas casas para rentar o compartir, hasta hoteles o conocidos hostales en donde podrás rentar equipo para pesca, realizar buceo o bien practicar kayak o paddle, algunos de estos lugares son Casa Tortuga o el Green Monkey Hostel, que además ofrecen un ambiente de fiesta muy agradable justo a un lado de la laguna.
Foto: holachetumal
Cerca de ahí
A los alrededores de Bacalar hay otros pueblitos que también cuentan con lagunas y ríos, uno de ellos es Xul-Ha, que se encuentra al sur de la laguna. Cerca de este pueblo se encuentra un lugar conocido como Los Rápidos, un estrecho natural de unos 300 metros de largo que conecta la laguna de Xul-Ha con Bacalar donde se forman corrientes que se desplazan de sur a norte y son un atractivo para nadar o practicar kayak. El lugar cuenta con una gran flora y fauna marinas, como los estromatolitos, que son estructuras estratificadas o minerales con apariencia de rocas, formadas por millones de pequeñas ostras vivas. En el lugar se prohíbe utilizar embarcaciones de motor para preservarlas.
Para acceder al sitio es necesario pasar por Rancho Alegre, un lugar que se encuentra en la carretera entre Bacalar y Chetumal, a pocos minutos de la laguna de Bacalar, y de ahí atravesar el camino de terracería que hay entre la carretera y este sitio fantástico.
Foto: Wolfgang Manousek
Cerca de Bacalar también puedes visitar dos zonas arqueológica: Kohunlich y Dzibanché, la primera es un asentamiento que data del año 200 a.C., con diversos edificios mayas, sorprendentes por su tamaño y construcción; en Dzibanché, de la misma época, puedes visitar conjuntos arquitectónicos monumentales, como el templo de los Dinteles, el templo del Búho y el templo de los Cormoranes, este último con una extensión total de 40 kilómetros cuadrados. Dos lugares que no puedes dejar de visitar.
Bacalar es un destino mágico, que ofrece belleza natural y arquitectónica, comida deliciosa y sitios que rebozan importancia histórica, tanto de la época prehispánica como colonial. Ya saben a donde ir la próxima vez que tengan vacaciones.
Fotos:
- «kayak Bacalar» por Jimelovski Platano Macho, CC BY 2.0.
- «P7200026» por Carey Akin, CC BY-SA 2.0.
- «Bacalar» por Roberto Bolaños, CC BY 2.0.
- «Bacalar» por Roberto Bolaños, CC BY 2.0.
- «Laguna de Xulha» por holachetumal, CC BY 3.0.
- «P1276238» por Wolfgang Manousek, CC BY 2.0.
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