Homo etílicus

En México existen, al menos, ochenta distintos tipos de bebidas alcohólicas, que van desde los más populares como el tequila y el mezcal, hasta otros muy poco conocidos como el acachul poblano, el balché de la Península de Yucatán, el cuitzonco de Michoacán o las heribertas zacatecanas. La damiana, el guarapo, la lechuguilla, los moscos, la pasita, el pox y, por supuesto, el pulque figuran en esta variada lista. Esa cantidad no incluye la gran variedad de cervezas tanto artesanales como industriales, y la cada vez más impresionante profusión de vinos.

Aún así debemos reconocer, de acuerdo con los datos que obtuvimos en las distintas cámaras que agrupan a productores de bebidas alcohólicas y espirituosas, que este sigue siendo un país eminentemente “chelero”. Confiando en los datos que se presentan en las páginas de dichas asociaciones, el 94% de las bebidas alcohólicas que se consumen en México (volumen en litros) son cervezas. ¿Será por eso nuestra tendencia a ser panzones? Tal vez sí, aunque seguramente alguien agregará: “panzones, pero contentos”.

Por lo que arrojan estas estadísticas, si comparamos con el mundo, nuestro país no es tan diverso en los gustos cantineros como podríamos suponer. Apenas el 1% del consumo nacional se dedica a vinos (contra el 12% en el mundo) y bebidas conocidas significan muy poco en cuando al porcentaje de los animadores mexicanos (whisky es el 0.6%; ron es el 0.32% y vodka el 0.2%). A nivel mundial el consumo de la cerveza no es tan contundente, aunque sigue siendo muy importante: el 74% de los requerimientos para celebrar desde un bautizo hasta el mundial de futbol pasan por la cerveza.

Ahora, cuando se habla de la bebida considerada nacional, los números parecen ser igualmente extraños, porque aunque en México hay 1,400 marcas distintas de tequila, producidas por 119 empresas, su consumo representa apenas el 1.2% del total. En mezcal, el gran emergente en nuestras cavas, de 561 marcas, el consumo es del 0.06%.

Esperamos sinceramente que los datos aportados por los productores asociados sean precisos y los hayan publicado “en su sano juicio” para no quedar mal con los lectores, pero la conclusión es abrumadora, aunque se haga recuento de votos y se decida averiguar cantina por cantina y brindis por brindis. Quien ocupa nuestro corazón y nuestras celebraciones es la chela, la gran presente en los hogares mexicanos.

Ya de paso y porque ya hicimos el trabajo, ¿quieres saber otros datos obtenidos para esta nota?:

Este recuento de datos merece un brindis, pero la invitación es a ser moderados, no convertirnos en “homo borrachus” y seguir la fiesta con inteligencia y prudencia, sin volante de por medio, porque aún nos queda mucha vida por disfrutar.

 

Foto principal: CPTM / Ricardo Espinosa Orozco

Homo etílicus was last modified: febrero 14th, 2018 by Luis Jorge Arnau Ávila

Comentarios

comentarios

Salir de la versión móvil