Basílica de Guanajuato

El origen de la ciudad de Guanajuato se remonta hasta el siglo XVI, cuando se creó un centro minero, conformado por cuatro reales: Real de la Esperanza, Real de Santiago de Marfil, Real de Tepetapa y Real de Santa Fe. En este último se construyó, en 1585, el curato de la parroquia.

Debido al gran auge de la ciudad se necesitó un gran templo, el cual fue posible, gracias a la ingeniería minera. En 1670 se diseño la Plaza Mayor –hoy Plaza de la Paz– donde, entre 1671 y 1696, se erigió la Basílica de Guanajuato, uno de los inmuebles religiosos más antiguos que existen en el país. 

La portada principal tiene tres cuerpos y el interior planta de cruz latina con una sola nave, crucero, una cúpula y dos campanarios. Sus fachadas son de estilo barroco y neoclásico, aunque la talla escultórica es modesta y poco ostentosa. Un siglo después de construida, el ayuntamiento de la ciudad y el conde de la Valenciana financiaron el reloj público, colocado en una de las torres. Y la torre campanario del lado norte fue acondicionada para erigir una capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, misma que todavía conserva un retablo del siglo XVIII.

El interior de la iglesia conserva su estructura original casi en su totalidad. El templo, con su gran torre, es la expresión de aquella sociedad de mineros que comenzaban a tener riquezas. En un principio, la basílica contaba con muchos altares de madera dorada que mostraban devoción por Nuestra Señora de los Dolores, San José, San Nicolás Tolentino y Nuestra Señora de Guanajuato, aunque hoy en día ya no queda ninguno. Lo que sí puede apreciarse en la bóveda central son pinturas firmadas por Nicolás Ramírez de Juáre, en 1699, y repintadas por Marcos Aguilera, en 1863. En el altar principal se encuentran figuras de la Virgen de la Purísima Concepción, San Nicolás Tolentino y San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Los altares laterales están dedicados a San Nicolás Tolentino y a la Virgen de Guanajuato, cuyo retablo se construyó entre 1702 y 1706. Y uno de los grandes atractivos de la iglesia es un órgano de 1098 tubos, de manufactura mexicana, el cual se estrenó en 1791.

Nuestra Señora de Guanajuato

La imagen de la Virgen María de la Basílica de Guanajuato es la más antigua de todas las que llegaron al continente americano. Se estima que existía en España desde el siglo VII y era venerada en la ciudad de Santa Fe de Granada. Llegó en 1557 al Real de Minas de Santa Fe de Guanajuato, como regalo del rey Felipe II.

La imagen es del tipo naturalista en las que se resaltan los afectos de ternura y complacencia entre el niño y la madre. Nuestra Señora de Guanajuato es una escultura de pie, de 1.15 metros, tallada en madera de cedro policromada y estofada. La Virgen lleva en la mano derecha un cetro de oro, aunque a su arribo tenía una rosa esculpida en la misma madera, en la cual le fue colocado un rosario. Ambos objetos le fueron retirados casi a su llegada para dejarla como la conocemos en la actualidad. Hoy está colocada en el altar principal.

Fiestas de la Virgen

Las celebraciones principales son las peregrinaciones de mayo, el mes de María. Pero también se festeja la llegada de la imagen de la Virgen, el 9 de agosto, y durante noviembre, en “las iluminaciones”, cuando la imagen es paseada por los ocho barrios originales de la ciudad y un barrio nuevo para completar el novenario.

Basílica de Guanajuato was last modified: agosto 31st, 2017 by Alejandro Toussaint

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