¡Cámara carnal!
Ya lo dijeron los de Botellita de Jerez en el Guacarock de la Malinche: Con mi cara de nagual, de nopal sin rasurar, toy orgulloso que conste sí sí sí, yo soy la raza de bronce. Si lo mexicano es naco y lo mexicano es chido, entonces verdad de dios… todo lo naco es chido.
Y así generamos la manera de ser, de hablar, de identificarnos y burlarnos de nosotros mismos, la raza más chida, a través de palabras y frases llenas de ingenio, picardía y cotidianidad que solamente nosotros entendemos. Así, comemos hartas quecas, con fleis, o papas con capsu; iramos la hora en el guacho para ir a hacer bisnes; nos jullimos de la polecía; ecsétera. Pero ya chole. Mejor un ejemplo. Advertencia: leer con entonación.
¡Chale carnalito! Me dijo, le dije, me dice, le digo… ¡mñaah! Que quesque semos como semos, porque hablamos como hablamos. Pero nel Miguel, si somos la neta del planeta, bien panteras y a todo calzón. ¡Agüelita, soy tu nieto! O ¿qué Honduras mi Nicaragua, tú cómo la béisbol?
Oyes mai, y qué no somos la pura verdura y los más chido liros, Ramiro y el vampiro Clodomiro, pa eso de que las nenas caigan redonditas y hasta nos regalen su tesorito y su prueba de amor. Si no hay pollo que se resista a nuestros piropos. Si no, asté nomás fíjese… bendita la tuerca del rin cromado de la llanta del camión que trajo el cemento donde estás parada, monumentoooo. ¿Cómo hacen los bisteces? Tssssss. Espántame panteón si estas nenorras se ponen bien locotas. Deja ora lo intento yo. Mamacita, tú con esas curvas y yo sin frenos. ¿De qué juguetería te escapaste? Muñecaaaaa. Gorditaaa, ¡tanta carne y yo en vigilia! Tas re chula mi reina. No pos sí, no hay naiden que pueda con tantísimo amor.
Y qué compa por qué no nos vamos al estadio y nos echamos unas chelas bien helodias, muertísimas. Ya rugiste león, me late un restorán. Uleeeero, uleeeeero, uleeeero. Árbitro: ¡tenemos a tu mamá! Les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre, el América es su padre. Uuuuu, somos los más chichos, verdá de Dios. ¡Simón, manito! Íralo, íralo, construye, no destruyas. Pásala, pásala. O qué la… Hay que jugar que unidá, ca… Árbitro, eso, eso es expulsación, carambas. ¡A ver raza, una porra!
Sabes que mi valedor, mejor vámonos pa tu cantón, que aquí el aigre ya está muy pesado y ya te veo muy pedernal, mejor échate unos chescos y un changüis. Calmantes montes, pájaros cantantes, aunque tienes razón, pero prefiero una picsa y una pecsi. Ansina ya estoy más tranquis. Pos sí compadre si yo pensé que ya estabas bien morongas, pero nopales, ya estás otra vez bien vivorobas. Sí, pero orinita vengo, voy a su rancho.
Cámara carnal. Si tienes lavadora, ahí lavemos, que este osito de peluche ya se va para su estuche. ¡Ya estufas!
Comentarios
comentarios