5 grandes inicios de novelas mexicanas

Se dice también, con frecuencia, que “lo que bien empieza, bien termina” y los inicios de las novelas se vuelven un indicador que también, en ocasiones, pueden inclusive desanimar al lector de seguir adelante.
Con el fin de que recuerdes (o que te animes a leer) incluimos en este artículo los inicios de 5 grandes novelas mexicanas.

1. Pedro Páramo, Juan Rulfo.
Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera.

2. Como agua para chocolate, Laura Esquivel.
La cebolla tiene que estar finamente picada. Les sugiero ponerse un pequeño trozo de cebolla en la mollera con el fin de evitar el molesto lagrimeo que se produce cuando uno la está cortando. Lo malo de llorar cuando uno pica cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza, como quien dice, se pica, y ya no puede parar.

3. La región más transparente, Carlos Fuentes.
Mi nombre es Ixca Cienfuegos. Nací y vivo en México, D.F. Esto no es grave. En México no hay tragedia: todo se vuelve afrenta. Afrenta, esta sangre que me punza como filo de maguey. Afrenta, mi parálisis desenfrenada que todas las auroras tiñe de coágulos.

4. Las batallas en el desierto, José Emilio Pacheco.
Me acuerdo, no me acuerdo: ¿qué año era aquel?

5. Arráncame la vida, Ángeles Mastretta.
Ese año pasaron muchas cosas en este país. Entre otras, Andrés y yo nos casamos.

5 grandes inicios de novelas mexicanas was last modified: febrero 29th, 2016 by Mexicanisimo

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