La muerte

Miquiztli (la muerte) es tan valiosa y tan necesaria como Yoliztli (la vida), si solo existiera el día con su luz y su calor, nuestro mundo se sobrecalentaría, todo se secaría y se acabaría la vida, se necesita la noche, con ella, la oscuridad y el frío.
Si solo hubiera actividad y movimiento, si trabajáramos sin descansar ni dormir, se nos acabarían las fuerzas y las energías para seguir trabajando. Todos necesitamos un tiempo de descanso, de reposo y de quietud para recuperar fuerzas y continuar con nuestra actividad. Si solo existiera la vida, si nada muriera, la vida no se renovaría:
los árboles no perderían sus hojas, el grano de maíz no moriría para dar origen a una nueva planta, las serpientes no cambiarían de piel, la yerba del campo no se renovaría en cada primavera, los animales no mudarían de pelo o de plumas, nuestras células no morirían y no tendrían oportunidad de renovar nuestros tejidos y todo nuestro cuerpo.
Miquiztli (la muerte) y Yoliztli (la vida) van de la mano como la noche y el día, las dos partes deben de estar en constante equilibrio. Miquiztli y Yoliztli son importantes para que el universo siga existiendo.

Miquiztli
Nuestros antepasados, los antiguos mexicanos nos enseñaron a respetar y a honrar a Miquiztli, a la muerte no se le debe tener miedo porque forma parte de nuestra vida.
Todos trabajamos y descansamos, estamos despiertos y dormimos, sentimos calor y sentimos frío, vivimos y morimos. Todos los días cuando dormimos, cuando estamos en reposo, cuando estamos recuperando energías, estamos por un breve instante experimentando la muerte, cuando dormimos estamos ensayando la muerte.
La muerte es muy importante, así lo dejaron dicho los antiguos mexicanos, por eso México es el único país que le rinde culto a la muerte, hace fiestas para recordar a los muertos.
Decían nuestros abuelos que nuestros parientes y nuestros amigos difuntos no han desaparecido completamente, no se han ido al cielo o al infierno, ellos están con nosotros, sus espíritus viven en los bosques, están en el agua de los ríos, en el aire, en el calor de la tierra, en las flores y en algunos animales como los colibríes y las mariposas.
Decían que algunos hombres cuando morían se convertían en colibríes y acompañaban al sol desde el amanecer hasta el mediodía, y que algunas mujeres se convertían en mariposas para acompañarlo desde el mediodía hasta el atardecer.

Tlalocan
Es el lugar y el momento de la lluvia, es el lugar donde habita y rige Tláloc, que es la energía y la esencia de la lluvia. Decían que cuando algunos morían a causa de la lluvia, a causa de Tláloc, entonces iban al Tlalocan, es decir se convertían en energías y fuerzas necesarias para que la lluvia siga existiendo.
Cuando moría algún niño muy pequeño, que todavía estaba siendo amamantado, que no había probado la tortilla y la sal, también iba a algún lugar del Tlalocan, un paraíso donde en el centro había un árbol de leche, ahí los bebés seguían alimentándose mientras esperaban otra oportunidad para nacer, para venir al mundo nuevamente.

Tlalocan ©

Mictlan (El inframundo)
Es el lugar y el momento de la muerte, se llama así al interior de la tierra donde todos vamos cuando morimos, las hojas que caen de los árboles, los animales que mueren, los frutos cuando se pudren, nosotros cuando morimos, todos vamos al interior de la tierra, todos vamos al Mictlan. Allá ya no vivimos, allá se descansa, allá todo se transforma, es en el Mictlan donde todos nos renovamos, la Madre Tierra nos recibe para renovarnos, ocupa nuestras energías para generar otras formas de vida.

En el Mictlan están Mictecacihuatl (la señora de la región de los muertos) y Mictlantecuhtli (el señor de la región de los muertos), así se les llama a las dos clases de energías que se encargan de transformar y de renovar la vida, son el calor y la humedad de la tierra.

Camino al Mictlan
Se dice que todos cuando morimos vamos al Mictlan, y que el camino para llegar a ese lugar es muy difícil de andar, que hay espinas, piedras filosas, todo está oscuro y hay ríos muy peligrosos que cruzar, pero que los perritos Xoloitzcuintli (perro de los antiguos mexicanos)

nos pueden ayudar y guiar en ese camino, por eso todos en la vida debemos querer y cuidar mucho a al menos un perrito, para que cuando nos toque morir sea él quien nos ayude a llegar al Mictlan.

Mictlantecuhtli©

Mihcailhuitl
Es la fiesta que actualmente se celebra el día 2 de noviembre en todos los pueblos de México para recordar y para honrar a los parientes y a los amigos que han muerto. Se hace limpieza y se adornan las casas, los patios, las calles y los panteones porque se espera la visita de los difuntos. Se prepara comida y bebida especial, todo aquello que les gustaba cuando vivían, se les hace una ofrenda en cada casa con: tamales, atole, mole, panes de muerto, fruta, miel, dulces, agua, sal y tortillas, hay quienes ofrendan vinos y licores e incluso juguetes para los niños difuntos, y todo acompañado con música especial para esa fecha. Las velas, el incienso y las flores de cempoalxochitl no deben faltar en las ceremonias de homenaje a los muertos. Es así como vivos y muertos se reúnen para convivir en la fiesta llamada Mihcailhuitl.

En la época prehispánica era tan importante la fiesta a los muertos que se dedicaba dos meses de veinte días cada uno para su celebración.
Los españoles intentaron en vano erradicarla, al no tener éxito debido al arraigo entre la gente, decidieron entonces introducirle elementos cristianos como la misa y el culto a la virgen María, reina de todos los santos (los cristianos muertos considerados santos por la iglesia), así surgió la Fiesta de Todos los Santos que se celebra el primero de noviembre.
Actualmente es común confundir el Mihcailhuitl, la fiesta de los muertos con el Hallowen, fiesta que se celebra el 31 de octubre, de origen anglosajón en la cual protagonizan monstros, brujas, fantasmas y toda clase de espantajos que no tiene nada que ver con la fiesta de los antiguos mexicanos. Los muertos no espantan y no hay razón para tenerles miedo, pues son nuestros amigos y familiares a los cuales preparamos una fiesta para convivir con ellos. El Mihcailhuitl es un momento para honrar a la muerte y recordar a nuestros difuntos, es para recordar que la muerte tiene la misma importancia que la vida.

Tzompantli ©

La muerte was last modified: agosto 31st, 2017 by Fausto Aguilar Domínguez

Comentarios

comentarios

Salir de la versión móvil