Churros
Todo comenzó en China, donde mercaderes portugueses degustaron por primera vez el youtiao, conocido en la región como “demonio frito en aceite”. Aquel platillo consistía en tiras de masa frita y salada, consumidas tradicionalmente en el desayuno y acompañadas de leche de soja.
Churros © Bruno Pérez Chávez
Posteriormente, serían los mismos portugueses los que recrearían este manjar en la península ibérica, pero ahora añadiendo azúcar en lugar de sal e introduciendo su peculiar forma de estrella.
Muy pronto, ese aperitivo sería adoptado por los pastores españoles, quienes lo denominarían “oveja churra”, por el supuesto parecido con sus cuernos.
Luego de la llegada de Hernán Cortés y sus soldados a México, gran parte de la gastronomía europea se popularizó rápidamente en la República, así como en Centro y Sudamérica.
La Conquista traería consigo un platillo de tan variada evolución, que mutó desde un palo delgado y de poco sabor, hasta sus más fascinantes y coloridas variantes mexicanas: churros rellenos de queso, guayaba, vainilla, zarzamora, chocolate, dulce de leche y cajeta, sólo por mencionar algunos.
En cafeterías y hasta en furgonetas, los churros son un imperdible aperitivo tradicional de gran herencia mestiza. Para que no te quedes con el antojo, a continuación te decimos cómo prepararlos.
Churros © Bruno Pérez Chávez
- Ingredientes
3 huevos
2 litros de aceite vegetal
1 taza de agua
1/2 taza de margarina
1/4 cucharada de sal
1/4 cucharada de azúcar refinada
1/4 cucharada de canela molida
1 taza de harina de trigo
- Modo de preparación
Porciones: 24
Preparación: 15 min.
Cocción: 45 min.
Listo en 1 hora
Con una profundidad de 5 centímetros, calienta el aceite en una sartén o una freidora hasta que alcance los 180º centígrados. En una cacerola, coloca el agua y la margarina hasta que hierva. Mezcla la harina y la sal e incorpóralas al líquido hirviendo. Reduce el fuego y mezcla con fuerza hasta que los ingredientes formen una bola, aproximadamente en un minuto. Retira la cacerola del fuego e incorpora los huevos, uno a la vez. Vierte la mezcla final en una manga pastelera con una duya en forma de estrella. Presiona la manga cuidadosamente, generando churros de 12 centímetros directamente sobre el aceite caliente. Fríe de 3 a 4 churros a la vez, hasta que se doren bien, de 2 a 3 minutos por cada lado. Finalmente, escurre los churros fritos en toallas de papel. En otro recipiente, mezcla el azúcar y la canela y revuelca los churros sobre la mezcla.
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