Hace ya 32 años, un antiguo edificio de arquitectura hospitalaria conventual se convirtió en el Museo Franz Mayer, Arte y Diseño. El inmueble está ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México a espaldas del Palacio de Bellas Artes. Antes de ser un espacio para la difusión del arte y el diseño, el edificio fue casa de la orden religiosa de San Juan de Dios, sede de la Casa del Peso de la Harina y se utilizó también como sede para un hospital.
El museo de arte y diseño es administrado por el Banco de México pero surgió gracias al patronato del filántropo Franz Mayer y a su colección, que forma en gran medida el contenido del museo junto con las colecciones de William Spratling y la de Ruth D. Lechuga.
Franz Mayer Traumann fue un alemán de raíces judías que llegó a nuestro país en 1905 con aspiraciones financieras y culturales. Trabajó como agente de bolsa y, además de por su colección, es reconocido por haber protagonizado la fundación de la Bolsa Mexicana de Valores. El europeo era fotógrafo, filántropo, floricultor, financiero y coleccionista. Fue gracias a esta última pasión que se logró formar la colección del museo, con más de diez mil libros, pinturas y objetos de arte decorativo que Mayer legó al pueblo mexicano mediante un fideicomiso.
“A través del tiempo, las sociedades han buscado embellecer los objetos de uso cotidiano, reuniendo así las dos características de las artes decorativas: la utilidad y la belleza. Testimonio de las culturas que los produjeron, las artes decorativas nos hablan de los gustos de una época, de las modas, de los artesanos que intervinieron en su fabricación.”
La exposición permanente se compone de piezas de cerámica, plata, mobiliario, esculturas, pinturas y objetos cotidianos que datan principalmente de la época virreinal. El museo constantemente investiga y presenta de diversas formas las piezas de la colección de Franz. Actualmente, en la planta baja del inmueble, se encuentra una exposición de objetos con valor especial que busca que estos destaquen y sean reconocidos de forma distinta al resto de la colección.
El museo ofrece un espacio muy bonito, con un jardín central que invita a quedarse a tomar un café o a leer un libro en la biblioteca del primer piso. La visita al recinto cultural es sin duda un viaje en el tiempo a la época virreinal, en el que desde la entrada al lado de la Iglesia de San Juan de Dios sientes una vibra novohispana que se complementa con la fuente del centro de la plazuela y las mesas para jugar ajedrez con un hombre de bronce.
Actualmente, además de la gran colección de arte decorativo, el museo cuenta con dos exposiciones que utilizan el diseño y la arquitectura modernas para causar un impacto social.
Diseño Neobarroco
La exposición ha tenido tanto éxito que se ha quedado en el museo mucho más tiempo de lo que se había planeado en un inicio. “Diseño Neobarroco” explora los objetos cotidianos a partir del genio y la creatividad de reconocidos diseñadores. En la exposición se muestran veintisiete piezas que introducen al público distintos objetos del arte decorativo con un estilo moderno a partir de la estética barroca. En esta exposición, las pautas del diseño contemporáneo se ven influenciadas por la arquitectura teatral, la ornamentación barroca y el interiorismo del siglo XIX. Sin duda una experiencia que cambiará tu forma de ver el universo del diseño y te hará entenderlo a partir de la fragmentación, el claroscuro, el movimiento continuo, la alegoría y lo espectacular.
MMX arquitectura
La exposición “MMX arquitectura” utiliza maquetas para mostrar de forma tangible los diseños arquitectónicos que se han elaborado por el Estudio MMX desde hace diez años. Se dice que dichas maquetas “sintetizan el alma de cada proyecto”, pues son abstracciones de la estructura de los inmuebles que se han construido en la Ciudad de México y en distintas partes del mundo, como Finlandia, Colombia y Portugal. En la exposición se encuentra la colección de maquetas flotantes acompañadas de un par de videos que complementan los modelos. Sin duda una manera distinta de entender el diseño arquitectónico.
El diseño ha evolucionado a lo largo del tiempo y el Museo Franz Mayer es sin duda un espacio para descubrir los cambios que ha sufrido dicha disciplina y las corrientes artísticas que la han influenciado.
Fotografías: María José Ordóñez
