La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) anunció que el Ariel de Oro que se entregará en la próxima ceremonia del Ariel será otorgado a tres figuras del cine nacional: la distinguida guionista Paz Alicia Garciadiego; el primer actor Héctor Bonilla; y el reconocido diseñador sonoro y sonidista Nerio Barberis.
El Ariel de Oro simboliza la labor de excelencia que un integrante de la industria ha logrado a lo largo de su trayectoria y que ha contribuido al desarrollo y crecimiento de la cinematografía mexicana.
Paz Alicia Garciadiego
Guionista. Ha sido reconocida internacionalmente con distinciones como una nominación en el rubro de guion en los Premios Goya por El coronel no tiene quien le escriba (1999); el premio al mejor guion por Profundo Carmesí (1996) en el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y en el Festival Internacional de Cine de Venecia; así como la Concha de Oro al mejor guion en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, por la película La perdición de los hombres (2000).
Ha sido nominada al Ariel en cinco ocasiones: Mejor Tema Musical por El imperio de la fortuna (1987); Mejor argumento original, Mejor guion cinematográfico y Mejor tema musical por La reina de la noche (1994), ganadora en esta última categoría junto con Lucía Álvarez, y Mejor guion cinematográfico por Profundo Carmesí (1996).
Paz Alicia ha escrito los guiones de 15 películas de Arturo Ripstein, logrando un fascinante encuentro entre las letras y las imágenes. Las películas de ambos son ejemplos de una confluencia entre el infierno de los hombres y el amor como forma de complicidad metafísica, casi siempre rabiosa y delirante, ejemplo de ello son películas memorables como El imperio de la fortuna, Mentiras piadosas, Principio y fin, La reina de la noche, Profundo Carmesí, El evangelio de las maravillas, Así es la vida, Las razones del corazón o La calle de la amargura, cintas emblemáticas que han recorrido los festivales más importantes del orbe (Cannes, Venecia, San Sebastián, etc.).
Sus guiones han sido publicados en México, España y Argentina por instituciones como la Cineteca Nacional, la Universidad Veracruzana, así como por editoriales como Ediciones El Milagro, en México, y los prestigiados sellos 8 1/2 y Viridiana, en España.
Héctor Bonila
Actor y productor. A lo largo de más de 50 años, Héctor Bonilla nos ha cautivado como actor por su profesionalismo y versatilidad en cine, teatro y televisión.
Su filmografía arrancó a inicios de los años sesenta del siglo pasado y abarca casi medio centenar de largometrajes y varios cortometrajes, principalmente como actor, aunque en ocasiones también se ha desempeñado en otros puestos de la producción cinematográfica. Ha participado en algunas de las películas emblemáticas de lo que podríamos llamar «la generación de 1968 en el cine»: cintas experimentales, a menudo con una fuerte carga política, que cuestionaron las convenciones de la sociedad mexicana y denunciaron las arbitrariedades del sistema político que gobernó nuestro país durante la segunda mitad del siglo XX.
Es el protagonista de los que quizás sean los dos filmes de ficción más representativos del movimiento de 1968: El cambio (1971), un primigenio intento de denunciar en la pantalla de manera tangencial –debido a la censura– la violencia ejercida contra los jóvenes de Tlatelolco, desde una perspectiva ácida, crítica y autocrítica a la vez; y Rojo amanecer, que abordó, por primera vez de manera directa, los sangrientos sucesos del 2 de octubre de 1968.
Bonilla ha sido ganador del Ariel como Mejor Actor en dos ocasiones: por Meridiano 100 (1975) y por Rojo amanecer (1989), además de haber sido nominado en dicha categoría en tres ocasiones más por Matinée (1977), por Bloody Marlene (1979) y por Luces de la noche (1998). Asimismo, fue nominado en la categoría de Mejor coactuación masculina por Doble indemnización (1996).
También ha incursionado en otros campos de la producción cinematográfica. En la película Meridiano 100 (1976), además de actuar en el papel protagónico, fue coguionista junto con el director, Alfredo Joskowicz. Dirigió el largometraje Mónica y el profesor (2003), ganador del premio a Mejor película mexicana en el Festival Independiente de El Chamizal y nominada a Mejor película en el Festival de Cine Latino de Miami. Produjo, junto con Valentín Trujillo, Rojo amanecer (1989), donde también es el protagonista; esta película ganó el Ariel de Oro como Mejor película en 1991, así como 11 Arieles más en distintas categorías, y premios en San Sebastián, Cuba y Colombia.
Héctor Bonilla tiene, también, una sólida trayectoria como actor, director y productor teatral, con más de un centenar de obras de todos los géneros; así como una larga carrera en televisión, que incluye títulos como La casa al final de la calle (dirigida por Jorge Fons en 1989), thriller televisivo que fue el precursor, en la televisión mexicana, de las estructuras narrativas utilizadas por las series que actualmente están en boga.
Nerio Barberis
Diseñador sonoro y sonidista. Cuenta con una incansable y generosa trayectoria en la formación de profesionales de la industria cinematográfica, en la que ha formado a decenas de sonidistas y mezcladores, y ha enseñado a escuchar a directores, editores y fotógrafos; así como por su participación en múltiples producciones nacionales e internacionales.
Ejerce como docente desde el año 1977, a su llegada a México, en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) y a partir del año 1978 dirige la cátedra de sonido del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) e imparte los cursos de sonido directo y edición de sonido hasta la actualidad.
Es miembro fundador de la cátedra de sonido en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, Cuba, desde su creación en 1986. Y desde 1988 es maestro invitado y del 2000 al 2018 es evaluador de las tesis finales en Ficción y Documental.
Desde 1968 y hasta el año 2018 ha participado en la grabación de sonido directo, edición de sonido, supervisión y diseño sonoro de más de 100 largometrajes, tanto de ficción como documentales, en Argentina, Perú, Venezuela, Brasil y México. Además de participar como coproductor de varias producciones independientes. Ha trabajado en películas emblemáticas de nuestra cinematografía como Danzón, Nocaut, La mujer de Benjamín y El crimen del padre Amaro.
Nerio Barberis ha sido nominado en diez ocasiones al Ariel en la categoría de Mejor sonido, de las cuales ha resultado ganador tres veces. En 1993 fue nominado a Mejor sonido por Ángel de fuego; en 1994 por Ámbar; en 1996 por Salón México, y por Sin remitente; en 1997 por Luces de la noche; en 1998 por Elisa antes del fin del mundo, por la cual recibió su primer Ariel; en 2001 fue nominado a Mejor sonido por Perfume de violetas; en 2002 por Sin dejar huella; en 2003 por El crimen del padre Amaro, cinta que lo hizo merecedor de su segundo Ariel; y en 2004 su trabajo en Nicotina le otorgó su tercer Ariel.
